jueves, 28 de septiembre de 2017

entre tus piernas


Hay miradas que son imposibles de olvidar, dicen que una imagen vale mas que mil palabras. En mi mente, quedo impregnada la imagen de la primera vez que la vi, estaba sentado en la barra del bar y la vi ingresar, tenia un vestido negro y llevaba unos tacos altos. Pero lo primero que vi, no fueron sus ojos, fueron sus piernas. Eran increiblemente hermosas, eran unas piernas bien largas, seguramente era modelo. Nunca habia visto unas piernas asi, estaban bronceadas y tenian un caminar espectacular.
Ella paso por al lado mio, yo la mire y le dije: -¿A que hora abren esas piernas?. Fue lo mas estupido que podia decir, un piropo cursi, antiguo y trillado. Ella me miro y me sonrio, seguramente por compromiso o quizas porque le gusto, no fue un piropo zarpado, ni burdo, ni grotesco. Fue un piropo sencillo, yo diria inocente.
Muchas veces, nos pasamos la vida buscando la felicidad y casi siempre encontramos la falsa felicidad o la felicidad momentanea, esporadica. Una mujer, una botella de alchool, un plato de comida, una canicon, un juego, un deporte, bailar o el humo de ese cigarrillo. Son diferentes cosas que para el comun denominador de la gente, pueden producir felicidad. Tratar de estar con la mujer mas linda, para que los otros creean que estoy feliz, beber la mayor cantidad de alchool para demostrar estar feliz. Son axiomas prestablecidos por la sociedad, las cuales indicarian o demostrarian que uno, esta feliz.
A veces sin buscarlo, sin darnos cuenta, encontramos la felicidad en la pequeñas cosas, en las cosas que estan constantementes con nosotros, las cosas cotidianas. A mi lo que mayor felicidad me genera es acostarme entre sus piernas, alli me quedaba mientras me acariciabas el pelo, instantaneamente se me erizaba la piel y me teletransportaba a otro mundo, mientras sus manos recorrian mi pelo, la comisuras de mi boca se estiraban produciendo una enorme sonrisa. Ese era mi habitad, mi lugar en el mundo, era dichoso de ser la unica persona que se acuste entre sus piernas y poder disfrutarlas, era un priveligiado.
Por la noche siempre nos acostabamos en la cama, en esa misma cama donde lo creamos, donde dimos rienda suelta a nuestra pasion, a nuestro amor y despues me quedaba acostado, entre sus piernas. Pero esta vez ya no estaba solo, llego el momento de compartir. Luego de apoyar mi cabeza en su panza y escuchar sus pataditas, me recostaba sobre sus piernas. Las caricias continuaban y mi mente se llenaba de imagines, tratando de descifrar como seria mi bebe, el momento que diga papi o el moemento que de sus primeros pasos.
Ahora nos acostabamos los dos entre sus piernas, las caricias eran repartidas cada uno tenia que esperar su momento, yo ya no era el rey. Despues de la caricias nos poniamos a jugar, el me miraba con esa carita de perdido y yo lo miraba y me emocionaba, las lagrimas recorrian mi rostro como aquel camino que uno concoce de memoria y las lagrimas, caian en esa sabana de lunares que ella habia comprado.
¿Por que lo bueno dura poco? ¿Por que la felicidad no es eterna? fueron varias noches sin dormir, fueron varias noches de incertidumbre, de escuchar varios diagnostiscos, de escuchar varios medicos, de escuchar opiniones y de escuchar consejos. Fueron los peores momentos, los momentos mas dolorosos de mi vida. ¿Si estaba todo bien? ¿Que hicimos mal?
Otra vez estaba yo solo, otra vez era el rey, pero ya no era lo mismo, ya estaba decidido a compartir. Las caricias seguian, pero no eran iguales, eran frias, desganadas y temblorosas, ya nada era lo mismo. Ninguno de los dos estaba en esa habitacion, en esa cama, solo quedaron nuestros cuerpos, nuestra alma y nuestro espiritu se fue con el. Nuestra cama habia quedado vacia, solo quedaban los recuerdos y si algo tengo en claro, si algo aprendi, es que encontre la felicidad. Acostado en esa cama fui feliz, fui feliz con la mujer que amo y fui feliz con el, todavia siento su palma sobre mi mano, su mirada perdida, cierro los ojos y te veo y me emociono y las lagrimas siguen cayendo, en el mismo lunar.
Yo encontre la felicidad, encontramos la felicidad, fuimos felices entre tus piernas

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