martes, 26 de diciembre de 2017

Una melodia en navidad

Andrés estaba sentado en la vereda, tocando su trompeta. La gente pasaba y le dejaba plata. A su derecha observo como un niño, forcejeaba y discutía con un policía. 
-Soltame -dijo Santino forcejeando con un policía. 
-Por favor, es menor de edad. Lo tengo que llevar a su casa –dijo el policía. 
- ¡NO!, basta –grito Santino. 
Andrés al ver toda esa situación, se levantó y se acercó. 
-¡Hermano! ¿Qué haces? -dijo Andrés acercándose. 
-¿Es su hermano, señor? -pregunto el policia. 
-Si, es mi hermano. Mama, te va a matar. 
-Bueno, buenas noches –dijo el policía moviendo su gorra. 
Andrés sonrió y Santino fue a sentarse. 
-Gracias, ¿No? -pregunto Andrés acercándose. 
-De nada –contesto Santino. 
-Me llamo Andrés. 
-Santino. 
-¿Cuántos años, tenes? 
-11. 
-¿11? ¿Qué haces con 11 años, solo en una noche de navidad? -pregunto Andres sorprendido 
-Me pelee con mis papas. 
-¿Por qué? 
-Porque quieren más a mi hermanito –dijo Santino moviendo su pie. 
-Suele pasar. 
-¿No queres que te lleve a tu casa? tus papas deben estar preocupados. 
-No, no voy a volver. 
Andrés tomo su trompeta y la limpio. 
- ¿Qué pediste para papa noel? 
-Una bicicleta. 
-Y si no estas, ¿Cómo vas a verla? 
-Si, ya se. Pero no quiero volver -contesto Santi  
- ¿Estás seguro que no queres que te lleve? 
Santino negó con la cabeza y Andrés se sentó al lado suyo. 
- ¿Tocas la trompeta? -pregunto Santino intrigado 
-Si, intento -contesto Andrés moviendo su instrumento. 
-Haber tócate, algo. 
-¿Si? -pregunto Andrés asombrado. 
Santino asintió con la cabeza, Andrés se levantó y comenzó a tocar. 
-Tocas bien –dijo Santino. 
- ¿Te gusto? -pregunto Andrés con una sonrisa. 
Santino asintió con la cabeza y Andrés le sonrió. 
-¿Por qué estas acá? -pregunto Santino. 
-Uf, es una larga historia –contesto Andrés sentándose al lado suyo. 
-Tengo toda la noche. 
Andrés sonrió y se sentó. 
-Está bien. Perdí a mis viejos, hace 3 años en un accidente automovilístico y desde ese momento, no volví hacer el mismo. 
- ¿Y tus hermanos? -pregunto Santino 
-No tengo hermanos, me hubiese encantado tener. 
-Pero... ¿por qué venís a tocar en la calle? 
-Mas o menos, hace un año atrás lo decidí. El accidente me traumo, no podía subirme a un auto, no podía caminar por la calle y si me tomaba un bondi, siempre me descomponía. 
-Y tocas... 
-...Para darle alegría a las calles. Entendí que tenia que cambiar, mi dolor por alegría. 
-¿Te dan mucha plata? -pregunto Santino. 
-No, no lo hago por la plata. A veces pasan y me dejan -contesto Andrés sonriendo. 
Santino se levantó y comenzó a tocarse la panza 
-Tengo hambre. 
-Ahora te compro algo en el kiosco –dijo Andrés yendo a comprar. 
Santino se quedó sentado esperando, Andrés se dirigió hacia el kiosco que estaba a un costado. 
-Toma, es el mejor sándwich que vas a comer en tu vida –dijo Andrés. 
Santino lo agarro, lo desenvolvió rápidamente y comenzó a comérselo. 
-Es riquísimo -contesto Santino mientras masticaba 
Andrés lo miro y asintió con la cabeza. 
-¿Tenes novia? pregunto Santino. 
-Si, no. Bah, es una pregunta complicada –contesto Andrés. 
-¿Soy gay? 
-No, no. Sos rápido, eh –dijo Andrés riéndose. 
-¿Entonces? -repregunto Santino. 
-Nos separamos hace una semana. Ella quiere tener un hijo, yo también...pero no me siento preparado. 
-¿Tenes miedo? 
-No quiero fallarle, no quiero que le pase lo que me paso a mi. 
-¿La amas? 
-Mucho. 
-Anda a buscarla. 
Andrés lo miro y negó con la cabeza. 
-¿Porque no le cantas? -pregunto Santino. 
-No, no va a funcionar –contesto Andrés. 
-¿Cómo sabes? 
-Porque la conozco. 
-Como decía mi tío, el que no arriesga no gana. 
-Aparte vive, lejos de acá. Gracias igual. 
Santino lo miro y no contesto. 
-¿Te puedo dar un consejo? -pregunto Andrés. 
Santino afirmo con la cabeza. 
-No te enojes con tu familia, después te vas a arrepentir -dijo Andrés acosijándolo. 
-No sé, es que para ellos soy invisible -dijo Santino moviendo su cabeza. 
-Porque tu hermano es chiquito y necesita más atención. No te gustaba, cuando tus padres estaban solo para vos, jugaban con vos y te hacían regalos, solo a vos. Hoy tenes la suerte de compartirlos, nada más y nada menos que con tu hermano, mira qué suerte. 
Santino lo miro y se rio. 
-En serio, no te enojes con ellos. Te lo dice alguien que los perdió y hoy, los extraño mas que nunca. 
-Tenes razón, quiero volver –dijo Santino. 
-Gran decisión, ahora tengo que ver cómo te llevo. Porque bondi no pasan más y para remis, no tengo plata. 
- ¿Por qué no tocas así te dan plata? 
-No, no... -contesto Andrés negando con la cabeza. 
-...dale, yo te ayudo con estos tachos –dijo Santino agarrando los tachos. 
-Dale –dijo Andrés sonriendo mientras lo miraba. 
Estos dos se pusieron a tocar, la poca gente que quedaba en la calle se acercaba y le dejaba plata. 
-Vamos que ya va a llegar papa Noel -dijo Andrés contando la plata. 
Santino se levantó y le dio la mano Andrés, este último pidió un remis. La radio del conductor, relataba el conteo. Faltaban cinco minutos. 
-Es acá –dijo Santino señalando con el dedo. 
Andrés le pago al conductor y se bajó. 
-Nos vemos, Santino. Que seas feliz –le dijo Andrés, dándole un beso. 
Santino le dio un abrazo. 
Andrés se quedo mirando unos segundos, se dio vuelta y se fue caminando. 
-¡Andrés! ¡Andrés! -grito Santino saliendo de su casa. 
Andrés se frenó y se quedó mirando. 
-Vamos, vamos –dijo Santino corriendo y agarrándole la mano. 
- ¿A dónde? -pregunto Andrés. 
-Vamos a la casa de tu novia. 
-¿Con quien? 
-Con mi tio, antes que se emborrache. 
Estos dos entraron en el auto de su tío y se sentaron en la parte trasera 
-Vos... ¿Estas enamorado? -pregunto Andrés 
Santino afirmo con la cabeza. 
- ¿Ella lo sabe? -pregunto Andrés con una sonrisa en sus comisuras 
Santino negó con la cabeza. 
-Invítala a comer un sándwich. 
-De salame -dijo Santino riéndose 
-Ahí, la de rejas negras –dijo Andrés señalando con su dedo 
El tío se estaciono y bajo Andrés, luego bajo Santino. 
Andrés se bajó del auto, tomo su trompeta y se la llevo hacia su boca, respiro profundo y espero unos segundos. Al escucharlo se asomó al balcón 
-Belén, Belén. Él te ama mucho –grito Santino. 
Belén se quedó escuchando. 
-Dale una oportunidad –pidió Santino. 
- No sé si puedo tener un hijo –dijo Andrés. 
Belén se dio vuelta y dio dos pasos hacia el interior de su habitación 
-Espera, déjame terminar. No estoy preparado a tener un hijo, pero estoy preparado para tener una familia. 
Belén se acerco nuevamente al balcón. 
-Quiero que mis decisiones tengan tres razones, quiero poner tres platos en la mesa, lo único que quiero es que formemos una familia 
Belén abandono su habitación, abrió la puerta y fue corriendo a abrazarlo. 
-Te amo –dijo Andrés levantando a su novia 
-Yo más –dijo Belén dándole un beso. 
Estos dos se quedaron abrazados, mientras el cielo se iluminaba por los fuegos artificiales 
-¿Quién es el? -pregunto Belén. 
-Es un gran, amigo –contesto Andrés. 
Santino con una sonrisa en su rostro, fue caminando hacia el auto de su tío. 
-Feliz navidad, amigo –dijo Andrés. 
-Feliz navidad –contesto Santino antes de subirse al auto. 

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